La opción sexual de cada cual es algo muy intimo que por lo general no se va aireado a los cuatro vientos, por prudencia más que nada. Sin embargo, en este nuestro mundo del BDSM, al fin y al cabo un juego sexual muy particular, sí se suele hacer público, en algunos casos.
Observo que las mujeres que no son hetero no tienen pudor alguno informar de ello, ya sean bisex u homo. Sin embargo no ocurre lo mismo entre los varones. Tenemos, por regla general ese lastre que nos obliga, aquí y en cualquier otro sitio, a definirnos como machotes de lo más machotes a los que sólo nos gustan un buen par de tetas, grandes y hermosas y un culo cuanto más redondito y respingón mejor.
Sé por experiencia que muchos hombres buscan puntos de encuentro para relaciones homosexuales puntuales, rápidas y con desconocidos. Hay pubs, saunas, cines o sitios en la ciudad donde al oscurecer pululan sombras en busca de otra u otras sombras; y otros lugares más apartados, donde los encuentros se realizan a plena luz del día. Y, también, a través de anuncios en páginas de contactos en internet que sustituyeron paulatinamente a aquellos que se publicaban en el Segundamano de papel.
Pues bien, muchos de esos hombres son respetados padres de familia, amantes esposos, cansados de la monotonía matrimonial, o incomprendidos por su pareja a la que alguna vez insinuaron, tímidamente, ponerse, como juego previo amatorio, él las bragas de ella y asustados ante la airada reacción, de ella, se la enfundaron, guardaron su secreto en el rincón más profundo y comenzaron a comprarse bragas, sostenes, bodies, medias, ligueros, zapatos y pelucas, buceando en las secciones de lencería de El Corte Inglés, o en Ebay. Y guardaron su preciado tesoro, en la taquilla del trabajo, o en uno o varios maletines fuera del alcance de la vista de sus queridas esposas. Y buscaron otros hombres con gustos afines ante los que lucirse como una esplendorosa y seductora dama, que los tratan como a tal y las terminan follando o fallándolos "ellas", dependiendo de los gustos de cada cual.
Entiendo estas situaciones, en esos casos es imposible salir del armario. Pero no las entiendo dentro del grupo, casi cerrado, de usuarios del BDSM. ¿Es acaso un desprestigio para un Amo reconocer que aparte de azotar y follar el culo de una sumisa también le gusta azotar y follarse el culo de un sumiso? ¿O sólo azotar, o solo follar..?
Me considero bisex, puesto que tengo relaciones sexuales con mujeres y con hombres. Siempre he dicho que me atraen las mujeres y no los hombres, aunque con el paso del tiempo he aprendido a apreciar ciertos valores atractivos en los hombres. Sin embargo mi papel sexual con ellos es el mismo que con las mujeres, digamos entonces, que busco la parte femenina de los hombres con quienes tengo sexo. Aborrezco acariciar una piel no depilada, y si la encuentro, trato de posar mis manos lo menos posible en ella. Me gustan los travestis en tanto que su imagen se aproxima, con mayor o menor éxito, a la de una mujer.
No lo publico, no lo digo a nadie fuera de este ambiente. Pero aquí y a todos los amigos de este ambiente que me conocen y me lo preguntan se lo digo: soy bisex.
Yo también soy bisex.
ResponderEliminarHe leido lo que has puesto, estoy de acuerdo en casi todo.
Lo malo que esta sociedad no esta preparada para dejar vivir a los demás en tranquilidad , dejar que expresen sus sentimientos y menos ser tales y como somos.
Ojala cambiara un poco todo esto y pudiéramos salir a la calle , abrazar y besar a un hombre sin el temor de que si alguien te pueda ver , qué consecuencias traería esa libertad!
Porqué no puedes compartir ti vida con las personas que quieres??
Porqué no tener con un hombre y una mujer en tu vida??
Pienso que así como los homo van saliendo poco a poco a la calle , así como la sociedad ve , más o menos,bien a dos hombres o dos mujeres juntas......
Porque aún no salimos nosotros??
queremos libertad para pasear con nuestras parejas , queremos salir a la calle cogidos de las manos los tres , queremos.....pero no podemos!!
Las cosas sencillas son , a veces, las mas complicadas.
Yo , como tú , en mi entorno conocen que soy bisex , pero un entorno muy , muy cercano.
Y sufrir , sufro.A parte de tener que esconderlo en sociedad , la lucha continua que tengo en el interior , cuando hay una lucha entre mi masculinidad y mi feminidad.
Es devastador.
Pero bueno , ahora soy feliz con mi mujer , ella lo sabe , me costó mucho decirslo.Después de 15 años juntos , me decidí a dar ese paso, no podia aguantar más el tener que esconderme para poder ver o estar con un hombre.
Ahora soy un poquito más feliz y compartimos nuestros gustos ,LOS HOMBRES!
Pues he de darte la enhorabuena porque al menos con tu mujer no hay nada escondido y ella lo entiende y lo acepta.
ResponderEliminarEn cuanto a la sociedad, asi en abstracto, parece que todo lo acepta, el problema es cuando desmenuzas esa sociedad y le vas poniendo las caras de cada cual, ahi ya no hay tanta aceptación o tolerancia...