sábado, 31 de diciembre de 2011

La llave

Si alguien nos confió, aun sin saberlo, alguna de esas llaves que sirven para dar movimiento a los muñecos de cuerda, debemos tener las siguientes precauciones:
  1. y lo más importante: no perderla o no saber dónde la pusimos.
  2. pero no menos importante que el punto primero: no dejar que la cuerda se agote.
Si alguno de estos dos puntos sucede el muñeco se parará y se encontrará solo y perdido.

Seguro que alguien, aun sin saberlo, aun sin decírnoslo, nos confió la llave que mueve su propia vida.

Cuidémosla.





Nota: estas llaves sirven para muñecos y para muñecas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario